En sintonía con sus pares de la región, el presidente brasileño culpó a los países desarrollados por la debacle financiera mundial. Además, advirtió que si la Cumbre del G-20 fracasa, la situación se agravará. Fue tras recibir al premier británico, Gordon Brown, con quien abordó temas relacionados al encuentro que se realizará el 2 de abril en Londres.
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Lula señaló que "todos los países emergentes pueden ser favorables" a una nueva divisa para las transacciones internacionales. Además, cuestionó la compra de un billón de dólares de títulos "tóxicos" de bancos anunciada esta semana por el Tesoro.
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