lunes, 26 de octubre de 2020

Plebiscito en Chile: Revolución Popular o progresismo.

 


Este 25 de octubre, se realizó en Chile, un plebiscito para decidir si reformar la Constitución vigente, heredada de Pinochet.

El resultado a favor de la reforma fue abrumador superando el 78 % contra menos del 22% de los votos por el rechazo. Participaron más de 7 millones y medio de personas.

No hay que perder de vista el hecho principal: este llamado a la reforma de la Constitución es causa de las masivas movilizaciones durante el estallido social del año pasado.

Lo principal es la movilización popular y obviamente, lograr transformarla en organización.

Lamentablemente, este proceso tiene grandes piedras en el camino.

Desde fines del año pasado venimos señalando desde nuestra organización que se vienen metiendo sectores progresistas, inundando los reclamos con sus planteos: feminismo verde, aborto, paridad de género, indigenismo, etc. Aparte se producen ciertos hechos como la quema de iglesias, que es perjudicial en un país mayoritariamente católico.

En Argentina luego del 2001, se vivió un proceso parecido: estallido social, movilización popular, asambleas, etc. Incluso la consigna “Que se vayan todos” fue retomada en Chile durante el estallido (incluso se escucha este año).

Acá todo terminó en unas asambleas de vecinos manejadas por el progresismo independiente y algunos partidos de izquierda. Eso produjo que cada día fueran menos representativas y terminaran en discusiones y peleas entre sus integrantes.

Luego de un par de años, ganó el kirchnerismo y desde su gobierno terminó reorganizando el sistema en una versión más progre. Donde hoy vivimos la continuación de eso de la mano de Alberto Fernández.

La única garantía que se logre un beneficio para el pueblo es lograr la Organización Popular, verdaderamente representativa. Si todo queda en manos de la partidocracia, no cambiarán más que algunas cosas superficiales y a la larga el pueblo se desmovilizará y terminará dividido en multitud de grupos, donde los reclamos mayoritarios sean relegados por las ideas de cada orga. Lo que pasó (y sigue pasando en Argentina).

Los chilenos ya vivieron algo semejante luego del triunfo del No a Pinochet en 1988. Ahí, luego de las grandes movilizaciones de esos años, no se logró un gobierno popular.

Al final, se terminó en la burbuja de la democracia liberal para pocos. Que recién explotó el año pasado.

Veremos si en Chile se logra una verdadera Revolución Popular donde se construya un país para todos, con Justicia Social.

 

Eugenio Luis Germino.

Trinchera del Peronismo Revolucionario.

Octubre 2020


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