La historia oficial nos vende un supuesto Prócer inmaculado que no tomó partido en la guerra civil que enfrentaba a Unitarios y Federales.
El General San Martín, se opuso a la nefasta política de Rivadavia.
Desobedeció al gobierno de Buenos Aires, que le pedía reprimir las montoneras federales utilizando el Ejército de los Andes.
La falta de apoyo de la oligarquía porteña, resulta en el “misterio” de la entrevista de Guayaquil, donde debe dejar el mando del Ejército Libertador en manos de Bolívar.
Ya en el exilio, apoyó al Brigadier Don Juan Manuel de Rosas enfrentado al imperialismo anglo-francés que contaba con la complicidad traidora de los Unitarios y que San Martín reprobara diciendo: “lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su Patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española; una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”.
Finalmente, lego su espada al Restaurador, por su inclaudicable defensa de nuestra soberanía.
El General San Martín, se opuso a la nefasta política de Rivadavia.
Desobedeció al gobierno de Buenos Aires, que le pedía reprimir las montoneras federales utilizando el Ejército de los Andes.
La falta de apoyo de la oligarquía porteña, resulta en el “misterio” de la entrevista de Guayaquil, donde debe dejar el mando del Ejército Libertador en manos de Bolívar.
Ya en el exilio, apoyó al Brigadier Don Juan Manuel de Rosas enfrentado al imperialismo anglo-francés que contaba con la complicidad traidora de los Unitarios y que San Martín reprobara diciendo: “lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su Patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española; una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”.
Finalmente, lego su espada al Restaurador, por su inclaudicable defensa de nuestra soberanía.
“El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República, contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”. José de San Martín
En la senda de San Martín, Rosas y Perón.
Juventud Peronista.
Peronismo Revolucionario.
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